7 DE FEBRERO 2013 - 11:40 AM
Cuarenta perros muertos, más allá de una cifra representa un acto de crueldad contra seres vivos, que por carecer de dueños no sólo pasan penurias y hambre en las calles, sino que también deben aguantar el maltrato aún cuando hay una ley que los protege.
El 14 de enero de 2010 fue publicada en la Gaceta Oficial Nº 39.338 la Ley para la Protección de la Fauna Doméstica Libre y en Cautiverio, cuyo eje es reglamentar la tenencia, manejo, uso y comercialización de las mascotas. Esta norma contempla sanciones y penalizaciones para aquellos que la incumplan.
En el artículo 3 de la ley queda establecido que se entiende por bienestar doméstico "aquellas acciones que garanticen la integridad física y psicológica de los animales domésticos de acuerdo con sus requerimientos, en condiciones que no entrañen maltrato, abandono, daños, crueldad o sufrimiento".
El 14 de enero, habitantes de varios sectores de El Junquito, en Vargas, denunciaron la matanza, por envenenamiento, de al menos 40 perros, abandonados y con dueños, pero se desconocen las razones que motivaron tal hecho.
Aunque no hay cifras oficiales que reflejen cuántos animales viven en las calles, la Organización Mundial de la Salud calcula que por cada persona existen cuatro perros abandonados, así señala la Asociación Pro-Defensa de los Animales (Aproa) en su página web.
Cristina Camilloni, presidenta y fundadora de Aproa, señala que cuando un animal es adoptado en esta institución, este es entregado esterilizado, vacunado y desparasitado, si es muy pequeño se le entrega a su familia un certificado para que cuando la mascota esté en la edad requerida pueda ser intervenido en las clínicas de Aproa, ubicada en sus dos sedes: Los Chaguaramos y Cotiza.
Cuando las mascotas son esterilizadas se previenen tumores mamarios e infecciones uterinas y patologías prostáticas; mientras que en el caso de los gatos se puede evitar que deambulen por las calles en busca de pareja o que peleen con su misma especie, además disminuye la agresividad.
Joao Coelho, veterinario egresado de la Universidad Central de Venezuela, considera que el momento más oportuno para realizar la esterilización es antes del primer celo, es decir entre los cuatro y los ocho meses.
Esta operación, en el caso de las hembras, se conoce con el nombre de ovariohisterectomía, porque se extrae ovarios y útero. Puede durar entre 40 minutos y una hora y media de acuerdo con las condiciones del paciente; mientras que en el caso de los machos una orquiectomía puede durar entre 20 y 30 minutos, porque no es necesario abordar la cavidad, explicó la veterinaria Ei Ling Jones.
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