No todos los desastres naturales son responsabilidad del hombre. Sí los son las cada vez más frecuentes sequías, los huracanes y otros fenómenos climatológicos extremos. Pero no es culpa de ser humano si un meteorito choca contra la Tierra o si un volcán entra en erupción. ¿O sí?
El proceso inverso (que un volcán en actividad afecte al clima) ya está suficientemente comprobado. Pero ahora se cree que también el clima afecta a la actividad de los volcanes. Han sido investigadores del Centro Helmholtz de Investigación Oceánica de Kiel, en Alemania, y de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos los que han publicado un estudio sobre el tema en la revista Geology.
Las erupciones volcánicas afectan al clima de manera significativa, pero por un período corto. Un efecto intenso y breve. Cuando el volcán filipino Pinatubo entró en erupción en 1991 las temperaturas globales disminuyeron 0,5 ºC debido a la nube de humo y cenizas que impedía que los rayos del Sol calentaran la superficie de la Tierra.
Las erupciones volcánicas afectan al clima de manera significativa, pero por un período corto. Un efecto intenso y breve. Cuando el volcán filipino Pinatubo entró en erupción en 1991 las temperaturas globales disminuyeron 0,5 ºC debido a la nube de humo y cenizas que impedía que los rayos del Sol calentaran la superficie de la Tierra.
Los científicos, para elaborar su estudio, han analizado los datos de las grandes erupciones volcánicas durante el último millón de años que han ocurrido en las zonas alrededor del océano Pacífico. Han estudiado con especial atención los de América Central.
Las capas de cenizas que hay en el fondo del mar permiten reconstruir la historia de las erupciones volcánicas durante los últimos 460.000 años, ha asegurado el vulcanólogo y autor principal, Steffen Kutterolf.
Más calor produce más actividad volcánica
El proyecto de investigación ha durado más de una década. Primero, identificó algunos patrones. Hubo erupciones más grandes en algunas épocas. Los científicos relacionaron estos patrones con la historia del clima de la Tierra y ahí descubrieron la correlación: se eleva la temperatura global y el derretimiento del hielo provoca periodos de numerosa actividad volcánica.
Debido al calentamiento global, los glaciares se derriten con rapidez, lo que eleva el nivel del mar. Por tanto, el peso de los continentes disminuye, mientras que aumenta la presión en las placas tectónicas de los océanos. Ese cambio de situación, un cambio físico, por lo demás, produce una fluctuación en el interior de la Tierra y el magma comienza a ascender.
Una fase de calentamiento como la que vivimos en la actualidad podría, por tanto, aumentar la actividad volcánica. Y, quizá, así, se enfríe el planeta a largo plazo. A muy largo plazo. La Tierra se autorregula y lucha contra las barbaridades que produce el ser humano. Pero a su ritmo.
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