Los amantes de los animales, los defensores de sus derechos y, sobre todo, los primates no humanos, están de enhorabuena porque Air Canada, una de las pocas compañías aéreas que todavía transportaban monos para la investigación, va a dejar de hacerlo.
La compañía estaba esperando impaciente la decisión de la Agencia Canadiense de Transporte (CTA, por sus siglas en inglés), y hoy ha recibido luz verde para rechazar a animales destinados a la experimentación. Así pues, a partir de mañana, día 22 de diciembre, la aerolínea exigirá una declaración firmada de que los animales no se utilizarán para este fin.
Dejando de lado que el comercio y traslado de animales silvestres, sea o no legal, es una práctica abominable o, cuanto menos, inmoral, nunca será una buena noticia que no hayan dejado de transportarlos de forma absoluta. Aún así, la decisión supone una mejora para el bienestar animal y, como tal, ha sido aplaudida por los activistas.
Dejando de lado que el comercio y traslado de animales silvestres, sea o no legal, es una práctica abominable o, cuanto menos, inmoral, nunca será una buena noticia que no hayan dejado de transportarlos de forma absoluta. Aún así, la decisión supone una mejora para el bienestar animal y, como tal, ha sido aplaudida por los activistas.
Prohibición por intereses económicos
La decisión de la CTA ha desestimado que esta prohibición sea discriminatoria, ya que se aplicaría a todos los cargadores, no sólo la Universidad de Queen, o grupos como ellos que han presionado para evitarlo. Y que, si bien es cierto que se discrimina con respecto a otros clientes, se hace para algo fundamental para la compañía, como es evitar dañar la reputación de Air Canada y sus intereses comerciales.
Por lo tanto, y aunque era algo obvio, en realidad, la prohibición no obedece a cuestiones éticas, como sería deseable en términos ideales, a un respeto por los derechos de los animales, sino simple y llanamente a un interés económico. A una frívola reacción a las continuas quejas de los pasajeros y de la ciudadanía en general.
Esta medida puede tener efectos adversos que acaben por seguir fastidiando a los animales. Lamentablemente, mucho me temo que la tortura en laboratorios seguirá estando asegurada de uno u otro modo. De hecho, aunque a partir de ahora Canadá se las verá negras para conseguir primates para la investigación, muy probablemente empiecen a proliferar allí mismo las granjaspara seguir usando y abusando de las pobres criaturas.
Actualmente, de hecho, los científicos están estudiando crearla para que la vivisección no decaiga. Ésta sería de macacos rhesus para examinar los efectos secundarios de los fármacos como Ritalin. En fin, por lo que se adivina, el remedio puede acabar siendo peor que la enfermedad. Para un cambio real, no sólo hay que cambiar políticas y normas, sino, sobre todo, mentalidades. Una pena, penita, pena.
0 comentarios:
Publicar un comentario