Los chimpancés y los orangutanes son más felices cuando son jóvenes y en la vejez, pero no están en su mejor momento en la madurez, un periodo vital en el que sufren una crisis de la mediana edad muy similar a nuestra crisis de los 40, según acaba de descubrir un equipo internacional de investigadores.
De acuerdo con el estudio, que ha sido publicado en la revista Proceeding of the National Academy of Sciences, los grandes simios también tienen una curva del bienestar o de la felicidad igual a la de los humanos, en forma de “U” a lo largo de toda su vida.
La forma en “U” explica de forma gráfica este cambio o bajón anímico de la madurez. En concreto, significa que el bienestar o, si se quiere, la felicidad, son altas en la juventud, cayendo en picado en la madurez y volviendo a remontar en la senectud. Así, en el caso de los simios, esta crisis de les sobreviene a los 20 a los 30 años de edad, pues su esperanza de vida es menor que la nuestra.
La forma en “U” explica de forma gráfica este cambio o bajón anímico de la madurez. En concreto, significa que el bienestar o, si se quiere, la felicidad, son altas en la juventud, cayendo en picado en la madurez y volviendo a remontar en la senectud. Así, en el caso de los simios, esta crisis de les sobreviene a los 20 a los 30 años de edad, pues su esperanza de vida es menor que la nuestra.
Más allá de la anécdota, de similitudes entre humanos y simios en esto de las crisis existencialistas, el descubrimiento da consistencia a la teoría que sostiene que el modelo de bienestar del ser humano podría haber evolucionado en los ancestros comunes de humanos y grandes simios. Ahora, sin embargo, los autores explican que las fuerzas sociales y culturales marcan en buena medida esa “U”, si bien la base serían las explicaciones evolutivas y biológicas.
La crisis de los 40
El estudio prueba que no es necesario tener la carga de una hipoteca o arrastrar una ruptura matrimonia o cualquier otro problema típico de la vida moderna para tener un bajón, pues los primates carecen de todo eso y también lo experimentan.
El trabajo de campo observó a 508 grandes simios en zoológicos y santuarios de Estados Unidos, Japón, Canadá, Australia y Singapur, y su bienestar fue valorado por expertos etnólogos. Fue tras estas observaciones como se concluyó el ecuador de sus vidas, los chimpancés y los orangutanes tienen una crisis que les hace sentirse más bajos anímicamente y tener reacciones no tanto en plan de comprarse un deportivo rojo o cambiar a la mujer por otra más joven, pongamos por caso, pero sí buscando relaciones sexuales con más hembras o intentandohacerse con más recursos. Lo mismo, al fin y al cabo.
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